Mientras la Amazonia se incendia, São Paulo impulsa la agricultura sostenible
En la última edición de nuestra serie de verano con los ganadores y finalistas del 2016 Mayors Challenge en América Latina, Bloomberg Cities visita São Paulo, Brasil, para aprender más sobre el programa Ligue os Pontos.
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Los incendios que asolan parte de Brasil han puesto el foco sobre los peligros de la deforestación en la selva amazónica, pero también tienen el potencial de evidenciar la importancia de un proyecto de la ciudad de São Paulo que apoya la agricultura sostenible.
Al mismo tiempo que el humo proveniente de la selva oscurecía el cielo de esta ciudad de 12 millones de habitantes, la municipalidad estaba trabajando con agricultores de la ciudad para ayudarlos a aumentar sus rendimientos y sus ingresos, así como a usar métodos orgánicos más amigables para el medio ambiente.
El esfuerzo se concentra en Parelheiros, un vasto distrito rural a 40 kilómetros del corazón de la capital financiera y cultural de Brasil. Aquí, más de 400 agricultores viven del maíz, lechuga, brócoli, coliflor, acelga y otros vegetales, así como pequeños animales.
Las autoridades de la ciudad de São Paulo reconocen la importancia de los bosques, reservas y pequeños campos de cultivos de esta región para el futuro de la metrópoli. Los agricultores de Parelheiros suministran alimentos a consumidores urbanos que tienen un creciente interés en comprar productos orgánicos cultivados localmente. Si estos agricultores logran no solo sobrevivir, sino prosperar, sus campos pueden servir de defensa contra los desarrolladores inmobiliarios que impulsan el límite urbano cada vez más hacia las zonas rurales.
Por eso, São Paulo lanzó el programa Ligue os Pontos(Conecta los Puntos), el vencedor del gran premio del Mayors Challenge 2016 de Bloomberg Philanthropies.
La iniciativa une a los agricultores con agrónomos contratados por el proyecto, que ofrecen asistencia técnica sobre cómo aumentar los rendimientos sin usar fertilizantes y pesticidas artificiales. El programa ha alcanzado a más de 60 agricultores y pronto llegará a 90. Trece de ellos ya consiguieron la certificación de agricultura orgánica, una credencial que –junto a la optimización en el uso y la calidad del agua y la tierra– pueden generar aún mayores ganancias.
Emerson Souza, agricultor de Parelheiros desde hace 22 años, agradece la ayuda: “Ser agricultor en São Paulo es un sufrimiento. La agricultura da mucho trabajo y poco dinero”. Tras obtener la asistencia a través del programa, está por recibir la certificación de agricultura orgánica. Esto reavivó su interés en seguir en su trabajo. “Estaba pensando en parar e irme”, dijo, “porque se sufre mucho aquí trabajando la tierra”.
Ana Santos llegó hace menos tiempo a la actividad. Dejó su trabajo como peluquera hace siete años para trabajar en el campo y acaba de recibir su certificación de agricultura orgánica. “Tenemos agrónomos que nos guían y así nos es más fácil”, explicó. “Es maravilloso. Nos ayudan a mejorar todavía más nuestra cosecha”.
Además de ayudar en la adopción de prácticas más sostenibles y mejorar la productividad de las propiedades, los agricultores (los que producen productos orgánicos y otros que usan técnicas convencionales) también reciben asistencia para manejar sus negocios y la parte logística del comercio. La ciudad, en colaboración con la cooperativa de productores (Cooperapas), construyó una unidad de refrigeración para que los agricultores puedan almacenar sus productos mientras aguardan por su distribución. Una cooperativa local los ayuda a negociar los precios y coordinar la entrega. Y en los próximos meses el programa introducirá una plataforma web para unir a los agricultores con restaurantes, mercados y otros compradores al por mayor en São Paulo. De esta manera, un chef que quiere crear un menú con ingredientes locales puede encontrar proveedores con más facilidad. O un agricultor que está a punto de cultivar una cosecha puede buscar potenciales compradores.
El objetivo principal de Ligue os Pontos es fortalecer las conexiones entre el núcleo urbano de la ciudad y sus alrededores rurales, según el coordinador del programa, José Amaral Wagner Neto. São Paulo se puso como meta hace cinco años contener la expansión urbana y canalizó los nuevos desarrollos hacia la ciudad para conservar los ecosistemas naturales. Para que el plan sea exitoso, aseguró Neto, São Paulo necesita una economía agrícola vibrante y productiva capaz de resistir la presión del sector inmobiliario.
“Con la expansión horizontal de la ciudad, quedó claro que la calidad de vida y del ambiente estaba comprometida”, explicó. Los intentos de aplicar restricciones al uso de la tierra para frenar el crecimiento no estaban funcionando, añadió, y dijo que la “única estrategia posible” era fortalecer la agricultura. Un subproducto clave del impulso agrícola en São Paulo es que el gobierno local está, por primera vez, recolectando datos sobre la agricultura en la ciudad –quiénes son los agricultores, qué cosechan y dónde venden sus productos– para poder brindar más apoyo y desarrollar el sector.
Una de las metas del programa es unir la producción con la creciente demanda por productos orgánicos (aumentó 25% el último año), que hace de Brasil el cuarto mayor mercado de productos orgánicos del mundo. “La demanda es mayor que nuestra capacidad de producción”, dijo Neto. “Es importante que la gente se dé cuenta de lo vital que es fortalecer los productos locales”, agregó, “y cuánto pueden ayudar los consumidores de la ciudad a conservar la región”. La chef argentina Paola Carosella, conocida en Brasil por participar en el jurado del programa de televisión MasterChef, ha hecho énfasis en el valor de adquirir vegetales producidos de forma orgánica en la propia ciudad y es una cliente asidua de los productos de Parelheiros.
Ese empuje educativo es esencial para agricultores como Souza. “Es verdad que no se le da mucho valor. Cuando la gente come algo orgánico, no piensa qué hay detrás”, aseguró. “La gente tiene que cuidar la tierra, la gente tiene que amar la tierra. Estamos ofreciendo comida natural, sin pesticidas. Eso es importante”.
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