La ciudad brasileña que va un paso adelante
La innovación en el gobierno local se trata de encontrar nuevas formas creativas de resolver problemas, una labor que adquiere potencia especial cuando está respaldada—e impulsada—por la visión de una o un alcalde. Esto es precisamente lo que está ocurriendo en Recife, Brasil, donde el alcalde João Campos está aplicando nuevos enfoques a la resolución de una amplia gama de retos y, en última instancia, construyendo un sector público a la vanguardia. Esto empieza con identificar y ampliar ideas probadas en otros lugares, para que la ciudad no reinvente la rueda. Continúa con un esfuerzo sistemático para estimular el mercado en busca de soluciones ingeniosas, para que la ciudad no se valga de soluciones anticuadas a problemas nuevos. Y todos los esfuerzos de la ciudad se basan en una sólida infraestructura de datos que ayuda a Recife a anticiparse a las necesidades y llegar fácilmente a las y los residentes.
La suma de todo esto es una estrategia concreta para hacer de la ciudad una fuerza proactiva que no se limite a prestar servicios, sino que eleve las expectativas sobre lo que el gobierno puede conseguir.
Acelerando la difusión de ideas.
Una forma en que las ciudades pueden acelerar nuevas soluciones es basándose en intervenciones probadas que ya han tenido impacto en otros lugares. Y adaptar y difundir ideas es un elemento central del enfoque del alcalde Campos para una ágil resolución de problemas.
Un ejemplo está en la seguridad pública. Como muchas ciudades, Recife se ha enfrentado históricamente a altos índices de criminalidad afectando a algunos de sus barrios de menores ingresos. El liderazgo local sabía que atender el problema se trataba de construir comunidad y crear oportunidades, por lo que en 2016—antes del mandato de Campos—se tomó inspiración de una iniciativa en Medellín, Colombia llamada "Parques Biblioteca", que llevó bibliotecas y espacios verdes arquitectónicamente llamativos a zonas afectadas por la pobreza y la violencia. Ahora, Campos está ampliando este exitoso caso de difusión de ideas y ayudando a ciudades de todo Brasil a adoptarlo.
La versión de Recife del trabajo de Medellín se llama COMPAZ, o Centros Comunitarios por la Paz, y van mucho más allá de las bibliotecas. Son centros situados en barrios desfavorecidos diseñados para prevenir la violencia y fortalecer lazos comunitarios mediante la prestación de servicios como talleres educativos, formación laboral, apoyo jurídico, ayuda psicológica, mediación de conflictos y clases de alfabetización, arte, y deporte.
Desde que Campos asumió el cargo en 2021, ha duplicado la red de centros de Recife, pasando de tres a seis. Y está trabajando para que COMPAZ—que ha logrado reducir la violencia en los barrios cubiertos hasta en un 21 por ciento—sea un modelo para otras ciudades, invitando a sus funcionarios a visitar Recife y ofreciéndoles orientación sobre cómo adaptar el proyecto a su propio contexto. Ahora, el gobierno federal brasileño está trabajando para abrir 30 centros similares en varias ciudades, citando como precedente el trabajo realizado en Recife.
Para Campos, esta labor refleja la convicción de que las ciudades no pueden permitirse perder el tiempo cuando afuera ya existen soluciones probadas. Como ha explicado: "Necesitamos que políticas públicas como COMPAZ se difundan en otras ciudades para transformar las vidas de quienes más lo necesitan".
Estimulando al mercado para obtener soluciones nuevas.
Campos está comprometido con la búsqueda y difusión de lo que ya funciona, pero está igual o más decidido a desarrollar soluciones nuevas para los retos más recientes y complejos que enfrentan sus propios residentes. Y eso significa tomar la iniciativa utilizando el poder de compra de la ciudad para impulsar al mercado en busca de ideas frescas.
Una de las formas en que su equipo está haciendo esto es a través de la iniciativa EITA! Recife, un programa de innovación abierta que anima a las y los residentes a involucrarse en los retos de la ciudad y formar equipos para desarrollar soluciones dirigidas. Si su idea es seleccionada, reciben financiamiento municipal, orientación y apoyo para crear un prototipo, ponerlo a prueba y potencialmente escalar su trabajo.
"Antes, el enfoque estaba en buscar proveedores para soluciones prediseñadas", explica Juliana Giestosa, Secretaria Ejecutiva de Planificación y Gestión de Recife. "Ahora, compartimos los retos abiertamente e invitamos a los ciudadanos a proponer sus propias soluciones, y ofrecemos el apoyo y los incentivos para ayudar a convertir esas ideas en realidad". Por ejemplo, un reto reciente giraba en torno a la disminución de los residuos enviados a los basureros, y entre las ideas ganadoras estuvo un negocio que recoge residuos orgánicos de hogares y empresas y la utiliza para proporcionar a esos mismos residentes con una composta rica en nutrientes.
Además de impulsar la aplicación pionera de EITA! en Recife, las habilidades de liderazgo de Campos han sido fundamentales para ayudarle a dar resultados concretos a los residentes. Según Giestosa, deliberados esfuerzos estratégicos del alcalde fueron esenciales para vencer la resistencia de algunas agencias municipales ante el nuevo acercamiento a la contratación. "Al principio había escepticismo, pero ahora todas las agencias respaldan la iniciativa", explica. Y los esfuerzos han dado sus frutos: EITA! ha generado soluciones prometedoras a problemas de la ciudad, como "Vamoo", un servicio digital centrado en la salud y el bienestar diseñado para permitir que el público se realice pruebas de detección no invasivas en puntos de control designados en coordinación con la agencia de salud local.
Como explica el alcalde Campos, este trabajo demuestra que en su ciudad "las inversiones son inteligentes y se centran en las personas".
Aprovechando los datos para actuar antes de que sea demasiado tarde.
Un tercer pilar de la agenda de solución de problemas de Campos es su uso de los datos no sólo para monitorear el desempeño, sino para adelantarse a los problemas y las necesidades, creando un gobierno con mejor capacidad de respuesta que va al encuentro de las personas, a veces incluso antes de que lo pidan.
Como explica Rodrigo Assis, que asesoró a la ciudad en el marco de su participación en la City Data Alliance de Bloomberg Philanthropies: "[El alcalde] no quiere que los problemas se conviertan en urgencias que hay que resolver. Quiere que la ciudad tenga la infraestructura para afrontar los problemas antes de que existan".
La ciudad cuenta actualmente con varias iniciativas de datos que sirven a este propósito. Una de ellas, ProMorar, utiliza datos de precipitación pluvial, niveles de los ríos, catástrofes pasadas y modelos hidrológicos para informar sistemas de alerta temprana, planes de reasentamiento y mejoras de infraestructura. El programa, el mayor de su tipo en una ciudad brasileña, atiende actualmente a más de 500,000 personas y está ayudando a reducir significativamente el riesgo de inundaciones y deslizamientos de tierra en Recife. Como ha explicado Campos, "cuando tomamos decisiones basadas en datos, eso nos lleva a la solución correcta. Tenemos recursos escasos, así que necesitamos priorizar su asignación y maximizar los impactos."
Otro ejemplo es el acercamiento basado en datos de Recife para identificar y apoyar proactivamente a infancias tempranas en riesgo de no recibir servicios de guardería o faltar a la escuela. Integrando datos federales de asistencia social con los registros locales de salud y educación, la ciudad creó un panel de control para señalar a niños y niñas vulnerables entre 0 y 6 años. A través de una campaña de atención dirigida, que incluyó visitas domiciliarias de agentes de salud comunitarios, se hizo contacto con más de 10,000 niños y 5,520 fueron inscritos para el año escolar 2025. Lo que hace que la iniciativa destaque es su respuesta interinstitucional: servidores públicos—quienes a menudo ya estaban en contacto con las familias—guían personalmente a las familias a través del proceso de inscripción. En lugar de centrarse en complejas herramientas tecnológicas, Recife enfatiza el actuar a partir de los datos mediante la colaboración, garantizando que las familias reciban un apoyo oportuno y personalizado, fortaleciendo así el desarrollo de las infancias tempranas y el bienestar de la comunidad.
Este enfoque está alineado con la visión de Campos sobre cómo deben funcionar las ciudades. Como él mismo ha dicho, "Nuestra administración no trata de 'tres clics'; se trata de llegar a cero clics. Si un ciudadano cuenta con un derecho, el gobierno debe prestarle el servicio proactivamente sin que el ciudadano tenga que solicitarlo. Eso es lo que se hace con el gobierno digital".
Recife tiene una larga tradición de innovación en el gobierno local, lo que ha preparado el terreno para el éxito del alcalde Campos. Pero su visión clara y su voluntad de poner su capital político al servicio de un gobierno proactivo que no utiliza la innovación porque sí, sino como una verdadera herramienta de solución de problemas, está cambiando vidas y elevando los estándares de la gobernanza municipal.